S.A.R. el príncipe Eduardo, conde de Wessex, visita Bell Cambridge

S.A.R. el príncipe Eduardo, conde de Wessex, visita la escuela de idiomas y el centro de formación Bell Cambridge para celebrar juntos la educación y la cooperación internacional.

COMUNICADOS DE PRENSA/ Vicky Westmore/ 27 de abril de 2017

El conde de Wessex se reunió con estudiantes de todo el mundo –  34 nacionalidades conviven actualmente en Bell Cambridge – que expusieron proyectos especiales acerca de diferentes aspectos de su cultura como la música, el arte, los trajes tradicionales, la comida y la bebida. Los estudiantes también mostraron lo que han aprendido sobre la cultura británica.

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El conde de Wessex llega a Bell Cambridge.

El conde de Wessex es un apasionado de las organizaciones y las causas que ofrecen oportunidades a los jóvenes y desempeña un rol de liderazgo en el desarrollo del Premio Duque de Edimburgo, programa creado por su padre para ayudar a los jóvenes a desarrollar habilidades para la vida y el trabajo.

Frank Pinner, director de Bell Cambridge, dijo: "Nuestros estudiantes han preparado con esmero sus proyectos para hablarle al conde de Wessex acerca de su cultura y demostrar lo que han aprendido sobre la cultura británica. ¡Es una gran experiencia para ellos poder practicar su inglés con el conde de Wessex!"

 

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Emeline, de Bélgica, habla con S.A.R. el conde de Wessex sobre su experiencia como estudiante en el Reino Unido.

El conde de Wessex es un fanático de los deportes y es Patrón de los Juegos Paralímpicos de Gran Bretaña y Vice Patrón de la Federación de Juegos de la Commonwealth. En un paseo por los terrenos de Bell Cambridge se vio a los estudiantes practicando deportes británicos tradicionales, bádminton y croquet, y explicándole al conde de Wessex cómo las actividades sociales y deportivas les permiten avanzar en el aprendizaje del idioma inglés. La gira también incluyó la casa original de Frank Bell, el pabellón deportivo, la sala de oración islámica y el nuevo laboratorio de ciencias construido en 2017.

De izquierda a derecha: Daniel Dossche, Emilie de le Court y Marie-Clotilde Prevot, todos de Bélgica, esperando la llegada de S.A.R el conde de Wessex.

De izquierda a derecha: Daniel Dossche, Emilie de le Court y Marie-Clotilde Prevot, todos de Bélgica, esperando la llegada de S.A.R el conde de Wessex.

Los estudiantes Sarah Willems, 19 años, de Bélgica, y Santiago Zuloaga Chave, 19 años, de México, recibieron al conde de Wessex con regalos del personal y los estudiantes de Bell: una bandera diseñada especialmente con todas las nacionalidades de los estudiantes que han pasado por Bell y una pequeña campana con la fecha de la visita grabada. El conde de Wessex descubrió e hizo sonar una gran campana conmemorativa de la escuela para marcar la ocasión.

Sarah Willems comenzó el Curso Preparatorio en Ciencias para la Universidad, ofrecido por Bell, en septiembre de 2016, para estudiar Biología, Química y Matemáticas. Completará sus estudios a finales de junio y espera obtener buenas calificaciones. Luego, tiene planes de comenzar la carrera de Odontología.

Santiago Zuloaga Chávez ha estudiado en Bell desde agosto de 2016. Al finalizar los cursos de inglés eficaz y preparación para los exámenes de Cambridge, tiene la intención de seguir la carrera de negocios en la Universidad Panamericana de México para especializarse en negocios internacionales.

Greg Hoile, CEO de Bell, concluyó: "Bell es un lugar donde confluyen las ideas y aspiraciones de todo el mundo. Los estudiantes aprenden de nosotros, nosotros aprendemos de ellos, aprendemos unos de otros, y las experiencias y amistades que surgen aquí allanan el camino para la cooperación global en diversos sentidos. Muchos de nuestros estudiantes van rumbo a convertirse en futuros líderes de negocios y organizaciones influyentes, y algunos, incluso, de sus países."

Bell ha celebrado recientemente su 60 aniversario y, como parte de la visita, los estudiantes presentaron una línea de tiempo con la historia de Bell. Comienza con la idea que inspiró a Frank Bell, graduado de la Universidad de Cambridge, para crear la primera escuela Bell en 1955. Esta idea consiste en que el camino hacia la cooperación internacional está en el aprendizaje y surgió en su época como prisionero en la Segunda Guerra Mundial, cuando creó una "universidad secreta" para enseñar idiomas a sus compañeros.

Desde entonces, muchos  logros emblemáticos han convertido a Bell en lo que es hoy: una organización reconocida internacionalmente que enseña inglés a jóvenes y adultos, prepara a los estudiantes internacionales para ingresar a universidades de habla inglesa y brinda capacitación a docentes de todo el mundo.